En contra de lo que se suele decir, las personas veganas solemos interesarnos por mucho más que los animales no humanos. Concretamente yo llevo 9 meses leyendo casi a diario sobre metano. Lo sé, no es un dato para la biografía de Tinder precisamente. Que le voy a hacer. Me gustan los datos.
Todo empezó en julio de 2021 cuando la ONU publicó un informe sobre por qué el metano nos está matando, pero a la vez puede salvarnos. Tengo una confesión: Leí el informe pensando en sacar datos con los que animar a la gente a comer menos carne (ojalá cero). Me llevé una lección. Aunque la ganadería ostenta el primer premio con un 32% de las emisiones de metano, el desperdicio de alimentos no se queda nada atrás con un 20%. Un ámbito en el que tenía bastante por mejorar. Estos son los 5 datos por los que convertí la lucha contra el desperdicio de alimentos en una prioridad (en mi vida y mi divulgación):
Aquí cada cual tiene sus sesgos. En lo que se refiere a sostenibilidad hay quien tiende a culpar el sistema y quien le da bombo a la autocrítica. Yo intento ser más práctica. Miro los datos y me pregunto qué puedo hacer. El 61% del desperdicio ocurre en nuestra cocina. ¿De verdad nos vamos a quedar de brazos cruzados? Es necesaria una acción sistemática para que se recicle el orgánico a nivel de los ayuntamientos. Las cascaras de plátano deben convertirse en compost, no metano. Sin embargo, evitar que que se nos ponga malo el calabacín, sacar partido al pan duro o, simplemente, dejar de considerar el tallo del brocoli basura es algo que forma parte de nuestra responsabilidad individual.
Así que durante 5 meses estuve analizando cuales eran las recetas y trucos que más me ayudan a desperdiciar menos comida. Hice las fotos, diseñé el ebook y ya está aquí. Un recetario con ideas veganas para el día a día. Recetas para comer variado, equilibrado y sostenible sin apenas esfuerzo. Cuesta 7€ (si formas parte de la membresía mensual 5€) y puedes conseguirlo en este enlace.
Me da a mi que si este recetario te interesa es algo que tú ya sabes. No te voy a insistir. Lo que sí quiero es darte las gracias por apoyar mi trabajo, sea de la forma que sea, y sobre todo por querer actuar contra la crisis climática.
Un abrazo,
Bárbara
