Emprender siempre es un reto. Evangelizar sobre las virtudes de la ciencia también, si a eso le sumas que quieres alfabetizar al respecto se incrementan los retos. Ahora, ¿cómo hacer ambas cosas a la vez? Ariel Guionet lo hizo y en Argentina, un país que tiene alta inflación y fluctuación del tipo de cambio.
Pero ¿por qué hacerlo? y ¿cómo hacerlo? Lo primero es por pasión, una que le permite ser cada vez más original e innovador. Tener claro tu objetivo te lleva (poco a poco) a su punto de equilibrio y hacer viable tu proyecto, por ello Ariel subraya que se debe tener paciencia y dejar que tu idea madure, así como la madre naturaleza hace con miles de sus criaturas.
Ariel se dedica a enseñar a niños pequeños los secretos de la ciencia, vía experimentos, dado que en eso se parecen los científicos y los pequeños. “Ambos queremos poner el mundo patas arriba, para que suelte sus secretos“, dijo.
Cuando conversamos sobre su emprendimiento, nos contó que dejó su su trabajo con pago seguro para seguir sus sueños, dado que sentía el llamado de difundir la ciencia entre los más pequeños. Al diseñar su idea, definió hacerlo casi personalizado y con el apoyo de una psicopedagoga que le ayuda a perfeccionar día a día sus clases.
Así Guionet lidera Taller de Ciencias en Argentina, siendo una muestra más cómo Latinoamérica despierta al llamado de la ciencia y cómo ella debe ser cultivada desde que somos pequeños tal como pasa con las artes y los deportes. Hacerlo te permite el desarrollo de herramientas para enfrentar este mundo cada vez más inesperado y cambiante.