Llevo un tiempo (probablemente como 1 año) dándole vuelta al tema de la honestidad, transparencia y la comunicación en general, desde la perspectiva o con los lentes de observar que precisamente de los MAYORES condicionamientos por los que pasamos TODOS los humanos, es el de CALLAR.
Nuestra voz interna es silenciada desde muy pequeños. Incluso desde el llanto. Aprendemos a callar a cambio de no perder conexión y, lo más importante, sobrevivir!
Y así crecemos. Con nuestras respuestas aprendidas y mecanismos de defensa de tragarnos cosas.
Es natural. Es casi que parte de la programación de base de este "avatar humano".
Y esto, precisamente ESTO, tiene un impacto ENORME en nuestras vidas, porque juega un rol exageradamente grande en cómo nos relacionamos con las otras personas.
Por ejemplo, saber poner límites es uno de esos retos comunes de los que Social Media está lleno de consejos y talleres. Yo misma llevo muuuucho tiempo prestando atención a esa "habilidad" (atrofiada) en mi vida. Y es que nos relacionamos con los demás sin la capacidad de poder comunicar lo que necesitamos, hasta dónde, lo que diferentes cosas nos hacen sentir y qué no podemos o queremos recibir.
Asumimos y esperamos que los demás asuman (sepan?) justo lo que queremos, nos gusta o sobre todo, lo que NO nos gusta!
Herramientas de comunicación, cursos, teorías, etc. etc. pero es que si no hacemos trabajo para sanar el miedo a decir lo que siento, necesito y quiero, no importará jamás la "estructura" por ejemplo (como en comunicación no violenta), porque el bloqueo está más abajo.
Y este bloqueo viene también con mecanismos de defensa. Yo el más común que he visto es echarle la culpa al otro. Cosas como "no te dije porque sabía que no te iba a importar", "siento esto desde hace meses pero no te lo dije porque no me diste oportunidad", etc etc.
Entiendo, a todos nos da miedo.
Si a esto le agregamos otro condicionamiento grande que es el no escucharnos a nosotros mismos y ni siquiera saber lo que sentimos, tenemos la experiencia humana tal y como la conocemos!
Bienvenidos a la fiesta del malentendido!
No sabemos lo que sentimos. Si sabemos, lo callamos por miedo al rechazo. Y cuando lo decimos, le echamos la culpa al otro! Yohooooo suena divertido!
Muchas muchas capas que levantar y sanar. Y está bien. O sea, si lo miramos con compasión, todos estamos en algún lugar de este proceso. Algunos comenzando, otros con más capas deshechas. Porque por más trabajo personal que hayamos hecho, siempre queda un espacio, un área, una persona o muchas, una relación, con la que nos cuesta ser nosotros mismos y entonces callamos!
¿Dónde veo un paso un poquiiiito más sencillo? En el saber que SOY RESPONSABLE DE LO QUE CALLO.
Nadie más. No hay excusa. No hay culpables. Soy yo. Es mi trabajo interno. Es mi camino y mi proceso.
Y no soy responsable de lo que callas tú. No es mi trabajo. No puedo saber lo que no me dices.
¿Queremos tener relaciones abiertas, transparentes, honestas? ¿Queremos aprender herramientas de comunicación para poder plantear lo que sentimos (necesidades, límites, feedback, amor y cualquier emoción fuerte)? Maravilloso y super válido. Un objetivo que resuena con todo mi cuerpo y mi alma. Que ayuda a vencer muchos de esos miedos a "no decir", cuando encontramos formas constructivas de hacerlo.
Pero no olvides que hay mucho detrás del por qué callamos.
Y no olvides que lo que no dices, es tu responsabilidad. De nadie más.
Te abrazo!