La Maliana
38 supporters
La tiranía de la Hidráulica

La tiranía de la Hidráulica

Sep 23, 2022

Para nadie es sorpresa: estamos insertados en una costumbre cultural de pensar las relaciones (y sobre todos los contactos sexuales) desde la heterosexualidad y con ello a los contactos íntimos genitales, pensando únicamente en:

1) Tener hijxs
2) Terminar lo más rápido posible
3) Contacto genital constante y directo

Esto se puede ver incluso en la heteronormatividad (1) de los vínculos y contactos erótico-sexuales dentro de las diversidades tanto relacionales como de orientación/preferencia. Es decir, no importa quién nos guste, con quién nos acostamos ni cuánto le conocemos o si le amamos, pensamos en el sexo en la tríada de cuidarnos para tener o no hijxs, para tener más rápido y bajo cualquier circunstancia un orgasmo a veces lastimando nuestrxs genitales o zonas erógenas.

A esto le llamaremos la tiranía de la hidráulica (2) ya que nuestros contactos sexuales bajo estos términos, se ven definidos por cuánta sangre pueda hacer que una erección exista y cuántos fluidos permitan la inserción de juguetes dentro de la vagina, dejando de lado todas las estimulaciones posibles de los cuerpos que no son explícitamente genitales. Desde nuestra concepción heterosexualizada, estamos sujetos a que nuestros cuerpos estén "listos" para generar o tener un orgasmo y pensamos en esas estimulaciones (roces, besos, caricias, estímulos visuales, dinámicas) como actividades extra, aparte, innecesarias y a veces incluso los categorizamos fuera del sexo.

No por nada se llamaba "Foreplay" y "Cuidados Post" a partes esenciales del contacto sexual.

¿Dónde empieza y dónde acaba el contacto erótico/sexual?

Se nos enseña que por defecto los hombres tienen ante cualquier estímulo y de manera aleatoria una erección que debe ser atendida, y que las mujeres necesitan estímulos que permitan responder a esa erección. Pero ¿es así? y más allá de eso ¿es lo único que conforma nuestros contactos? Bajo esta lupa, el deseo deja de ser una vivencia experimentada para ser más bien una especie de varita mágica capaz de modificar los estados de la materia (ya sabes, por pasar algunas cosas a sólido y otras a líquido) dejando de lado toda nuestra capacidad exploratoria y receptiva.

No es nuestra culpa pensar que sexo es únicamente genitales, pues. Al final del día la primera vez que se habló de Educación Sexual en México fue en 1974 (3) con modelos heterosexuales que solo nos explicaban el coito de manera simplona y rápida, evocando tanto el miedo como la importancia de no dejarse fecundar antes de los 15 pero tampoco después de los 25.

Nadie nos habló de placer. Nadie nos habló de la exploración de los cuerpos, del consentimiento, el bienestar, el compartimiento respetuoso y tierno, el acercamiento con los cuerpos desde un trato humano ni la diversión. Todo tipo de pláticas al respecto se ven como evocación (incluso ahora, piensa en cualquier mujer que mínimamente ha hecho un comentario donde aclare que el disfrute es parte esencial de su vida y parece que se lee una invitación a cualquier persona para intentar meterse en sus bragas), cualquier cosa relativa al deseo se sigue pensando como provocación, perversión, suciedad, de esas cosas que todos tenemos en casa y escondemos bajo la alfombra simulando que nunca entró ni habitó a nuestro lado.

Y no sabían el terrible daño que nos hacían, toda la posibilidad que nos quitaban sobre nuestros cuerpos ¿o sí? ¿siempre han sido conscientes?

No nos hablaron de la potencia de nuestro cuerpo al ser tocado, abrazado, acariciado con hielos o con texturas ásperas. Nadie nos habló de la magia de las palabras sucias o los gemidos no privatizados por la feminidad al servicio de un varón cis a punto de eyacular. Y cuando lo hicieron por fin, lo montaban como un producto separado al contacto sexual: el foreplay, el juego previo, los preparativos para el sexo.

Volvimos a crear y hacer acopio de cualquier contacto con tal de terminar, dar la vuelta y dormirnos

Además hubo toda una feminización de los contactos: "las mujeres son difíciles de calentar, por eso necesitan del juego previo" y se aprenden rutas de estimulación con tal de tener penetración con penes, dildos o vibradores. A su vez me pregunto un poco y de vez en cuando ¿Cuánta desconexión debe haber del cuerpo en los hombres cis particularmente, como para que no tengan la posibilidad de sentirse excitados o estimulados fuera de interacción con el glande? ¿Cuánta separación con el cuerpo del otro?

Supongo que sabiendo todo esto, no debería sorprenderle a nadie que de acuerdo a estadísticas del 2014, tan solo en México 4 de cada 10 mujeres en realidad están insatisfechas con sus contactos sexuales. (4) 4 de las 6 mujeres que están satisfechas con sus contactos sexuales tienden a masturbarse en el proceso con el otro, tienen relaciones sexuales también con mujeres o en fiestas de sexo múltiple.

Y esto hablando únicamente de la construcción del deseo como un proceso de placer disfrutable en sí mismo, pero si hablamos de lo que pasa después de la flacidez o la sequedad, seguro no se nos ha cruzado por la mente nada más que cerrarnos, recuperar el espacio de vulnerabilidad y expulsar de la habitación lo más pronto posible a quien es nuestro extranjero.

Cuando lo decimos en voz alta nos justificamos diciendo cosas como:

Wey, pero no es mi pareja

Y esta es otra cosa muy interesante: parece que resulta una carga tener eso que en círculos feministas y de análisis de género se le dice ternura radical que puede resumirse en ser humano con el otro no porque me da, sea algo de mi o me ofrezca servicios sino simplemente porque existe.

Es tan complicado que apegamos a nuestros contactos amorosos una política de cuidado afectivo y sexual que nos impide muchas veces tener una sesión de contacto sexual íntimo con el otro de experiencias "desenfrenadas" o poco convencionales por miedo a lastimar al otro. Y a su vez, el deseo de esos contactos más "rudos" se nos es impedido porque nuestro amor nos pinta ciertos límites invisibles que en los 80's llamaban 'respeto y dignidad' (como si una interacción fuera del coito o una sesión de placer nos quitara la dignidad) que no podían traspasarse para no atentar contra la humanidad de con quien compartíamos cama. A eso que llamaron The Madonna Whore complex (que a mi me resulta algo reduccionista, pero por ahora lo dejaremos así)

Nos educamos entonces en el anonimato, la urgencia y rapidez, buscando cuerpos con quién compartir nuestro deseo y un orgasmo sin preocuparnos por preguntarle si estaba seguro, se sentía bien o si necesitaba algo de nosotrxs para no involucrarnos, para tener más sesiones de sexo, para no permear todo nuestro entorno con cursilerías y mantener el contacto sexual lo más encendido posible. Usando los cuerpos de los otros como dildo, en lugar de ver que no se nos resbalaran de las manos conductas de abuso, de ver su humanidad y poner el foco en el contacto actual, no los ojos en la meta orgásmica.

En BDSM (5) (irónico) recuperaron también eso que le llaman "cuidados post" que en realidad puede resumirse a recuperar la humanidad que perdemos de vista del otro con cierto tipo de prácticas. Y tal vez, solo tal vez, tendríamos que recuperar esos cuidados como un espacio prolongado: no tener que recuperar nunca al otro y enfocarnos en no perderle de vista.

En que nuestros contactos siempre tengamos consciente que hay un/os otro/s que también se están compartiendo, tienen deseos y necesidades, que este, donde estamos ambxs, es un espacio de interacción que necesita ser saboreado, olfateado, tocado despacio, con lo que es en sí mismo.

¿Cuándo fue la última vez que te sentiste en comodidad, plenitud, confianza y placer con el otro?

Ayuda, se me atoró la heteronorma en el coño

No me lo tomes a mal. No digo que tener orgasmos es lo peor que puede pasar en el mundo, ni que fuera tu tío el panista en la cena de navidad. Sí digo que tal vez nuestro placer y el disfrute del tiempo con el otro y nosotrxs es más que solo la búsqueda insaciable de un calambre, una explosión y luego a dormir. Algo más que la hidráulica tirana de los cuerpos. Algo más que esperar estar siempre húmeda o que haya algo listo para ser introducido.

Es como, a ver, seamos realistas:
El cuerpo tiene muchos metros de piel, de glándulas, tenemos muchos sentidos activos de manera simultánea, tenemos imaginación, juguetes, artefactos, cosas con textura, ropa. ¿Y lo único que se nos ocurre es igual?

Me niego categóricamente a que esta sea la única forma. Pero entiendo porqué es la forma establecida.

Mi propuesta (y seguramente la de muchxs en el redescubrimiento dentro de diversidades afectivas) es que extendamos las manos a nuevas experiencias. A que completemos esta deficiencia educativa por parte del estado y la tomemos en nuestras manos como una forma de apropiarnos de nuestra autosoberanía del placer. Desmitificar que todo es para algo, que la pareja es para siempre, que el amor es para el disfrute, que el sexo es para el orgasmo y ampliar nuestro panorama a más.

Más.

Pensando en eso, te dejo aquí abajo un manualito desarrollado con mucho amor (y que es la adaptación de un ejercicio en el Libro de Ética Promiscua) que puede darnos la primera mano en este descubrimiento táctil (o no) ;)

Puedes descargarlo aquí

Y nada pues, que ojalá esto te permita (¿o 'nos' sería más adecuado?) un disfrutar del otro, un explorar rico. Un nuevo panorama y entendimiento del placer.

TQM.

Ah, PD:
Recuerda que aquí mismito puedes donarme desde $20.00 mxn/ $1.00 dll si te gusta mi material :)
Y que si quieres que trabaje algún tema exclusivamente para ti, puedes indicármelo con tu donativo.

Bibliografía

(1) Heteronorma: La estructura social está pensada para funcionar desde parejas heterosexuales que eventualmente forman una familia. Estos modelos son reproducidos en las diversidades, tomando y replicando figuras que medularmente son establecidos en roles de género y que empleamos en nuestras relaciones incluso en la comunidad LGBTTIQ+, figuras como "activo y pasivo" "dominante y dominado". Le llamamos Heteronorma porque es como se estableció la aprobación de los contactos disidentes y podemos verlo en un ejemplo: "OK, eres gay o lesbiana y tienes una relación ¿Quién es el hombre y quién la mujer?" Para mantener la aprobación social y estructural, para no ponernos en riesgo nos apropiamos y performamos en lo que la cultura heterosexual ve como "lo aprobado" o "lo normal".
(2) Dossie Easton, Ética Promiscua. Cap 23.
(3) Educación sexual ¿Misión de la casa o la escuela? https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icsa/n10/e1.html#:~:text=La%20educaci%C3%B3n%20sexual%20en%20M%C3%A9xico%20se%20incluy%C3%B3%20en%20los%20programas,prevenci%C3%B3n%20de%20embarazos%20e%20ITS.
(4) 38% de las mexicanas sufren insatisfacción sexual https://www.pmfarma.com.mx/noticias/9384-38-de-las-mujeres-mexicanas-sufren-insatisfaccion-sexual.html
(5) After care https://clapps.com.ar/after-care-cuidado-en-el-despues-de-una-sesion-de-bdsm/

Enjoy this post?

Buy La Maliana a book

More from La Maliana