Si uno visita el municipio de Ébano en San Luis Potosí, México, muy probablemente no caiga en la cuenta de que allí se encuentra el primer pozo petrolero de explotación comercial en la historia de México: La Pez-1.
Recibió ese nombre por El cerro de la Pez, donde se tenía registro de algunas chapopoteras. El pozo, construido en 1901 y con una profundidad de 503 metros, comenzó a producir petróleo en abril de 1904. Estuvo en operación aproximadamente 5 años, produciendo alrededor de 1500 barriles de crudo por día. A pesar de su corta vida, la explotación de este pozo marcó el inicio de la industria petrolera en México. Dependiendo a quién le pregunten, el material extraído de ese pozo se llegó a utilizar para pavimentar las ciudades de San Francisco o Nueva York (algunos dicen que la 5ta. avenida tiene algo de Ébano).
Lo que son las cosas, Ébano parece muy lejano económicamente de las ciudades que ayudó a pavimentar y que no contaban con el oro negro.
El calendario cambiaría sus hojas hasta llegar a 1961. Bajo el abrazador sol de Campeche, surcaba las aguas la barca Centenario del Carmen, embarcación camaronera. A bordo, iba Rudesindo Cantarell Jiménez, quien notó como manaba algo negro de las profundidades del mar. Por las razones que haya tenido Rudesindo, no contó su descubrimiento hasta 1968, cuando se lo comentó a un ingeniero de Pemex durante una visita al puerto de Coatzacoalcos, Veracruz. Las diligencias del ingeniero de Pemex no se hicieron esperar: tres años después se confirmaba que ese yacimiento petrolero a 70 kilómetros al norte de la ciudad de Playa del Carmen era el mayor de América Latina y segundo--repito, segundo-- en el mundo. Para 1979, Cantarell comienza su explotación comercial. Y con ello, la vorágine del Estado... hasta la caída de los precios del petróleo a principios de los 80's.
Don frases del expresidente José López Portillo resumen este pendular de la situación económica de México: "Tenemos que acostumbrarnos a administrar la abundancia". En el ocaso de su sexenio (1982) y la bonanza económica propulsada por el petróleo, afirmaría que "defendería el peso como un perro". No se cumplió ni uno ni lo otro, al menos no para todo mundo. Rudesindo falleció en 1997, percibiendo una pensión, al parecer modesta.
En una nota periodística de 2017 se registra el declive de la economía en Ciudad del Carmen que acompaña al declive en la producción del yacimiento Cantarell. Rescato dos opiniones: “El petróleo ha sido la mayor desgracia para esta ciudad; trajo trabajo, sí, pero no para los locales”, dice un jubilado de 80 años; "Han sido errores de planeación: hubo un boom y no se gestionó bien. No se pensó en un plan 'B' para después del auge”, afirma la profesora de la UNACAR, Esther Solano Palacios, quien sentencia: “Y el renacimiento de la industria petrolera está en el discurso oficial, pero no volverá”.
Durante mi último año de preparatoria, recuerdo una visita a la biblioteca pública municipal. Recién descubría las revista "Letras libres", que salía engrapada en aquél entonces. Lamentablemente, no guardo en la memoria el número ni el año de aquella revista en particular, pero contenía algunas entradas de su diario personal del que yo creo era el secretario de Hacienda durante el sexenio de López Portillo (ojalá algún lector me pueda sacar de la duda). Uno en particular trataba de la preparación de su visita a Estados Unidos para solicitar más crédito tras la debacle económica. Palabras más, palabras menos, decía que se le caía la cara de vergüenza al tener que decirles que se habían quedado sin fichas para seguir jugando.
Nunca hubo una visión a largo plazo para "administrar la riqueza". Hoy, volteamos a ver algunas ciudades petroleras, y es imposible no preguntarse "¿A dónde se fue toda esa riqueza?".
Me entero de un experimento político-social en Alaska, Estados Unidos. Allá, desde hace 30 años, se constituyó un fondo proveniente de los beneficios del petróleo. Todos los ciudadanos de Alaska reciben un dividendo anual. Al parecer, el experimento ha tenido resultados positivos: Alaska es el estado con las estadísticas más bajas en cuanto a pobreza y desigualdad se refiere en los Estados Unidos. Dependiendo de las ganancias, al final del año reciben su dividendo, el cual varía año con año: un año pueden recibir 800 dólares, y al siguiente 1,800 o 2,000 dólares. No da para vivir todo el año, ciertamente, así que los ciudadanos viven de otro tipo de actividades, principalmente estacionales.
La idea del fondo provino de un par de políticos: el gobernador republicano Jay Hammond y el ex-senador Clem Tillion, esto con la idea de contar con un fondo para las generaciones futuras usando los beneficios del petróleo: los recursos naturales--y sus beneficios--realmente pertenecen al pueblo, y lo administran como si fuera una empresa. En 2014, tenían cerca de 50,000 millones de dólares en el fondo. Otra cosa positiva de esto es que los ciudadanos se interesan un poco más en cómo funciona el Gobierno y defender sus intereses cuando se ha propuesto que se use parte del fondo para suplir deficiencias presupuestales del Gobierno.
La idea en Alaska no ha sido única: Noruega creó en 1990 su fondo Petrolero, el cual se renombró en 2006 como Fondo de Pensiones del Gobierno: a 2017, valía un billón de dólares. Y en años recientes, ha buscado la manera de desinvertir en compañía de hidrocarburos, para diversificar sus inversiones en otras más rentables y de menor riesgo.
Pero, ¿el petróleo realmente ha dejado de ser un buen negocio? Si se administra bien, lo dudo. La imagen de abajo ejemplifica muy bien la enorme penetración en nuestras vidas diarias de los productos derivados del petróleo. No sólo se trata de gasolina, sino de todo un abanico de productos que hunden sus raíces hasta en nuestra salud.
Con la noticia de que la petrolera Saudi Aramco desbancó a Apple como la compañía más valiosa del mundo, escribí sobre la economía tangibles vs la intangibles.
Este artículo se publicó originalmente en el portal de Cadena Política el 25 de mayo de 2022.
https://elrincondelcapitannemo.wordpress.com/2022/06/17/el-petroleo-sigue-siendo-el-rey/