Caminando Jack la mascota de mis nietos, me sobrevino un pensamiento, o quizá una reflexión …sobre si somos verdaderamente libres, es decir sentirnos con libertad de pensar, sentir, actuar…o realmente estamos sujetos a una voluntad o mandato superior que va mas alla del Orden Divino. En ausencia de apegos, dependientes de condicionamientos a recuerdos, a personas a nuestro alrededor como la familia, conyugues, relaciones amorosas, hábitos, costumbres, etc., puedo percibir que estamos sumergidos en una vorágine de controles, manipulaciones sutiles, que han progresivamente enjaulado nuestras mentes y peor aún desfigurado los básicos sentimientos de solidaridad humana, compasión, perdón, altruismo, empatía y todo sentimiento de desarrollo humano y espiritual.
La respuesta es definitivamente que somos el resultado de una serie de cadenas vivenciales que nos han limitado en el sentir que la libertad es un derecho sagrado e imprescriptible valor que los seres humanos poseemos. En otras palabras, es la facultad de actuar según la voluntad, respetando la Ley y el Derecho ajeno. Esto consecuentemente, es la libertad de opinar, expresarse, y compartirlo en grupo, familia, o en público siempre y cuando se mantenga el límite que marque el respeto hacia los derechos de las demás personas en la sociedad.
En consecuencia, podemos considerar que la población de la niñez esta incluida al derecho de opinión desde la sencillez de sus pensamientos, tomando en cuenta su participación dentro del hogar, comunidad, sociedad y como ciudadano de un Estado, reconociendo que es un Derecho adquirido el que ésta sea tomada en cuenta como integrantes de una sociedad participativa. De ser escuchados y comprendidos dentro de sus niveles cognocitivos, formativos e intelectuales.
Es sabido que nuestra sociedad en muchos casos han invisibilizado la identidad propia del niño, siendo manipulados, controlados y haciéndolos esclavos de una determinada orientación, negándoles el desarrollo de una personalidad natural y saludable dentro de un desarrollo primario de equilibrio.
Asi como los niños están dentro de un marco vivencial de desarrollo humano, en nuestra sociedad, las generaciones cronológicas también están participando en alcanzar todo su potencial y son igualmente privados de la libertad de pensamiento y expresión distrayéndoles en hábitos, recreaciones, actividades inútiles y hasta labores que parecen inofensivas pero que llevan sutilmente un mensaje de desvinculación hacia lo constructivo, armonioso y enriquecedor de mentes colectivas.
Existen grandes rasgos de desigualdades, extrema violencia, y desafíos de sociedades marginadas, como los indígenas, minorías étnicas, refugiados, migrantes y en los últimos años una creciente violencia y persecución hacia la población de infantes, niños y adolescentes, creándose ataque hacia la integridad y seguridad infantil, con la nefasta complicidad de una sociedad deplorable en el sentimiento de humanidad
Con una aspiración humanizada a nivel mundial, se han promulgado acuerdos internacionales, que no han sido suficientes ni firmes para combatir este horrendo flagelo a nivel mundial. También cabe destacar que el protagonismo de la mujer ha sido una lucha constante, como también la del Adulto Mayor, Personas con Discapacidad, Población Indígena y Migratoriria. Pareciera que es acaso una lucha del hombre contra el hombre? O la lucha de la Luz contra la Oscuridad?
Ahora volvamos la mirada hacia otra trinchera de la humanidad…el problema alimentario, la desvirtualización y enfoque distorsionado de un saludable y natural régimen alimentario, que nos coloca cada dia en productos alimenticios trangénicos. Por ello cabe mencionar… “Sin embargo, la conducta alimenticia, obedece más a la influencia de los hábitos y las costumbres más que al razonamiento o a la de los instintos.” Héctor Bourges.
Además de los factores que inciden en la alimentación de la población, también existe el área del suministro de los productos alimenticios, salvo aquellos que son cosechados en los campos ( y que no puede dejarse de considerar aquellas cosechas que han sido irrigadas con pesticidas) y otros que son de distribución masiva. Sobre ello, podemos presentar dos escenarios el primero en donde somos autosostenibles en nuestra alimentación, lo que hace mayor y mejor control de los alimentos que ingerimos y que garantizan la manipulación y distribución de los mismos. El segundo escenario es aquél del cual dependemos y que variamos habitos alimenticios según la constante información de los medios de comunicación, publicitarias, anuncios y recomendaciones equivocadas con pretensión de orientación.
Hoy en día y más en éstas circunstancias en que vivimos, se habla mucho de la libertad…de libertad de expresión, igualdad, libertad…algunos liberarse de la opresión, discriminación, pobreza, y otros exigiendo libertad para decir lo que piensan, sin esperar una reacción adversa. Para conseguirlo, se organizan protestas, rebeliones, y desafortunadamente las consecuencias son sufrimientos, encarcelamientos, privatización de voces, y esto me hace recordar una inspiración divina del rey Salomón que dijo: “El hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo”.
Se supone que todos somos libres y que la esclavitud es cuestión del pasado verdad? Pero sabes? Esa esclavitud no desapareció sino que cambió de forma de trasmitirla, ahora nadie obliga a nadie a ser esclavo, ahora las personas buscan ser esclavas sin que nadie más que ellos mismos lo decidan.
El verdadero sentimiento de libertad a mi modo de pensarlo, es el no sentir la necesidad del consumismo, en todas sus áreas, aspectos, y sentimientos, y es saber que nos acompañamos en este caminar sin dependencias mas nada que las básicas de tener aliento de vida, abrigo, alimentación y fé en la Fuente Suprema….Dios.