La cocina de mi casa es pequeña.
Tiene las puertas de los gabinetes pintados de azul turquesa y el último tramo está demasiado alto.
Mosaicos blancos encuadran toda la fotografía.
El desayunador es el deposito de la tostadora y una maquina que hace pan, muy de los 2000. Gris y vieja, se lleva más de la mitad de la mesada.
Cajones repletos de infinidad de utensilios que mi compañera de casa a coleccionado a través de los años.
Recuerda que si quieres abrir el segundo cajón, siempre se te va a trabajar con el cucharón de sopa.
Las ornallas y el horno han hervido agua para café un número de veces que ni yo puedo contar.
Hay madrugadas de encuentros e historias cortas. A veces superfluas.
Que decir del horno, que se bancó mi emprendimiento de panes. Horas y horas con el olor a levadura.
La cocina de mi casa, es sencilla pero sustanciosa.